Domaine Leflaive Puligny Montrachet Clavoillon 2016

Joseph Leflaive (1870-1953) Un ingeniero en el cuerpo de la ingeniería naval, cambió su carrera, por el cuidado de los viñedos de la familia en Puligny-Montrachet. A partir de 1920, emprendió un programa de replantación, ampliación y mejora de la viña, ya que habían sufrido la crisis de la filoxera. Joseph Leflaive poco a poco comenzó a vender su vino bajo su propio sello y a su clientela privada. Hoy en día, está al mando la cuarta generación con Brice de La Morandiere, con la misma filosofía de respeto por los grandes terroirs de la familia, la humildad hacia las fuerzas de la naturaleza y riguroso en el mismo de la incesante búsqueda de la excelencia en la elaboración del vino.

Bourgogne, larga tradición vitivinícola, tierras que pasan de padres a hijos, trabajadas a mano y con esmero. Antes se preguntaban las causas de la calidad, las razones por las que un pago da un vino mejor que otro y se rodean de expertos que estudian a fondo el viñedo. Es la prioridad, el terroir. Zona que suele dominar los vinos blancos, y la variedad por excelencia es la Chardonnay y en tintos la Pinot Noir. Aquí consiguen unos niveles de sutileza, elegancia y finura superiores a los de cualquier otro sitio.

Los vinos franceses corresponden a uno de los más antiguos cultivos de la vid, su origen encuentra sus fuentes en la época del Imperio romano. Se les considera parte fundamental de Gastronomía de Francia, y algunas marcas han logrado un reconocimiento mundial. Francia es la segunda región donde más viñas hay en hectáreas, después de España. Cuenta con diferentes regiones de producción, cada una de ellas con características diferentes. La viticultura francesa, más que cualquier otra, ha permanecido fiel a este reconocimiento de los terrenos privilegiados, que se han valorizado por medio de una tecnología muy eficaz. Aunque hoy resulta evidente la competencia de otros países, la primacía de Francia en la producción de grandes vinos sigue siendo indiscutible.